lunes, 19 de julio de 2010

Cosas de la vida

La gente cambia,
la vida cambia,
las cosas cambian,
o eso creia.
Y que mas da?

13 comentarios:

Marta dijo...

qué más da mientras tu camino siga siendo tuyo y estés bien ^^

luego echas la vista atrás y resulta que tu vida es toda una novela con mil giros xD y es curioso

Hormiga dijo...

uf es que si no cambian las cosas, qué aburrimiento!

Hei Jei dijo...

hay que ser camaleón y adaptarse... o no, fiel a ti misma en cualquier caso :)

Inshalá dijo...

¿Tú crees?...yo creo que cambian nuestras circunstancias, pero las personas no ,la etapa de nuestra vida ,pero en el fondo seguimos siendo los mismos.
Saludos!
;-)

YoMisma dijo...

Da si no eres capaz de aceptar el cambio ajeno como el propio, si lo consideras un ataque y te niegas a cambiar, a seguir.

Saludines,
YoMisma

crazy_chords dijo...

Eso, ¿qué más da? Mientras se disfrute del viaje, lo demás no importa.

Un saludo.

iTxaro dijo...

los cambios no tienen porqué ser malos no?

pues eso... y qué mas da... adelante

Anónimo dijo...

Que cambien, que cambien, que seguiremos siendo los mismos e igual de felices =)

¡Un beso! ^^

pintamonadas dijo...

da lo mismo si somos capaces de asumir esos cambios (:

LA DESGRACIÁ dijo...

Cuando me estaba tirando deslealmente a Troya yo siempre llevaba una ropa interior que ponía (aún la guardo): Errare humanun est...(y por la espalda ponía): Perseverare....¡DIABOLICUM!

Siempre he pensado que era sorna divina.

besos

Nefer dijo...

Exacto, los cambios no tienen porqué ser malos.

Sashimi ÑamÑam dijo...

Cambiar no es malo, no?

Anónimo dijo...

Lo importante es que aunque todo cambie nosotros sepamos adaptarnos y aprovechar,esos cambios para coger los que nos mejoren con persona,y nos hagan ver que lo fundamental es ser sinceros con nosotros mismos y creer que si queremos podemos,y todo lo que nos ayude a mejorarnos es bueno,y los cambios que nos hagan sentirnos peor con nosotros tratar de eliminarlos ,sobretodo la envidia,el rencor y el odio,que nunca nos ayudaran a disfrutar de nuestra vida.